miércoles, 27 de mayo de 2009

INTACTA

Así está, como una estrella intacta,
negándose a bailar y a pesar de ser de tanto tiempo,
como la mirada de un humano con insomnio crónico,
inmóvil.

Cuando descansa los ojos le sostienen la calma de su sueño y se suaviza,
Mariana se pone suave cuando duerme,
expone las pecas de su nariz,
cosa que me afila los labios,
pero que nunca termina por convencerme de morderla,
porque a Mariana es mejor besarla despierta,
en donde acaricia con su mirada y enreda mi espalda en sus dedos de crema.

Continúa en su monólogo de parsimonia,
solo se mueve para respirar,
también casi sin respirar .

Otra vez quedo con las ganas de contarle que ella es una escultura de agua y hojas,
“eres una escultura de agua y hojas mi niña”
se que este susurro no alcanza a despertarte,
pero eres obra del alma del mundo
y a mi me queda la oportunidad de pasearte como un rio de vida
de cantarte como un canario come oídos
de hablarte como un loro de modales buenos:
“eres una niña preciosa, eres mi niña preciosa,
eres mi niña preciosa de agua, hojas y crema”

Esas mejillas que te regalo la piel Mariana
esas que encajan perfectas en las yemas del índice y mi dedo gordo
cuando las aprieto con esa violencia lenta y arrugada
con pura sevicia de almohada roja.

Sigue con tu rostro tendido,
impecable, mi emblema de tranquilidad,
mi sueño de amor.
y así estás,
a pesar de tanto tiempo
negándote a despedirte,
a moverte
de este pedazo de corazón,
intacta,
como una estrella.
EL ESPEJO HIRVIENDO

Me distrae de bajar las escaleras una mirada naranja,
la encuentro entre sus cejas de vidrio;
mi ventana que resiste toda ese bombardeo de color.

Y no es entre aquellas montañas que nos regala el paisaje del viajero,
mientras toma un té con la visita del anochecer,
encerrado en ese auditorio inmenso de fauna espesa
y amarrada con el temple de la fortaleza de las cortezas,
entre ese acero marrón y las rocas como tumbas de faraones plateadas en su inestática perdurable,
los diques del campo,
el pesebre del crepúsculo.

En este entonces, al horizonte se le irrita el cuerpo,
y florece en él esa tonalidad ebria
que solo se compara con una gran explosión en cámara lenta ,
o una pólvora manipulada por un dios niño gigante,
es el espejo del hierro hirviendo derritiéndose en el centro del planeta,
el último cartílago del día que está por reventar,
el cielo y la tierra son ya la misma persona.

Le tiembla la piel al agua,
se ablandan mis tobillos,
se aprietan los ojos del campesino,
se parten las cabezas de concreto, la cuneta de la razón,
¡ no es de día ni de noche ! nos dice el corazón,
y es nuestra admiración la alborada acústica del padecimiento del sol.

domingo, 24 de mayo de 2009


UN ESCRITO HETERODOXO EN TIEMPOS DE AGONÍA

Por José Fuentes.
20 mayo de 2009

Hay que aceptarlo, con altavoz, cuando se es mediocre. El que escribe, lo es, con insistencia. Y sin quedarse ahí decide escribir una secuencia de ideas que le llegan a la cabeza sin ninguna cuerda lógica a riesgo de perder sus contadísimos lectores, que me leen (hay que reconocerlo) por solidaridad. Después de todo, esta idea de EPIGRAMA me faculta para decir lo que bien o mal se me ocurra, es un estirador de mi voz, y se fundamenta en una frasesuela de VLADDO que me tomé como muy enserio que dice “todo el mundo debería tener un pasquín donde pudiera decir lo que se le de la gana”. En conclusión, creo que no puede ser mas descarada mi introducción y pido disculpas de antemano a quien pensó que al leer “un escrito heterodoxo en tiempos de agonía” iba en realidad a enfrentarse a un texto que lo sumergiría en una profunda reflexión sobre alguna postura psico-antropológica contemporánea. No lo es.


Tal vez lo único que tenga de heterodoxo, es que ni esto es una columna de opinión, ni estamos en un blog importantísimo donde toque limpiar primero el teclado para dar ENTER , ni leemos algo que podamos comentar con los compañeros de trabajo. Hay que aclarar que quien escribe tampoco es un escritor. Ojo a este dato, el que escribe no es escritor, con esmero un escribiente…si acaso. Bienvenidos, quítense la ropa pesada, sírvanse un té, platiquemos.


Intento dar un primer paso para reivindicar la importancia de decir cosas sin importancia. Atención, no es un hedonismo epicureísta, este grafiti no tiene un pelo de Grecia, tómenlo como un exaltamiento del ocio profesional, de la falta de rigor literario, o que quiero creerme el cuento de que es una audaz haraganería creativa. La anterior salvedad va dirigida a quienes esperan siempre de un espacio como estos una postura política clara, o por lo menos sin ambigüedades, que se hable de las preocupaciones ambientales, de las luchas animaltruistas contra la tortura taurina, o de lo interesante que es volverse vegano en estos tiempos donde preocuparse por que lo vean a uno preocupándose por cualquier cosa es necesariamente indispensable.


Ni la economía, con su meta de inflación, ni la política con su ya declarada guerra electoral (Obdulianamente hablando), ni siquiera la mas cochina de las gripas interrumpirá mi bien lograda ineptitud, de la que me siento orgulloso, porque pónganse a pensar con seriedad lo difícil que es ser un resaltado tonto, definitivamente la competencia opaca, y siempre habrá un pánfilo mas despistado que uno.